Mi esposo cree que ya no soy tan guapa como antes de tener a nuestro bebé. Subí 24 kilos y aun conservo 14 pero voy a mi ritmo


Agrandar la familia y tener un bebé no es una tarea sencilla. Más allá de la felicidad de un hijo y todo lo hermoso que conlleva la maternidad, los primeros meses posparto suelen ser complicados y difíciles. En especial cuando las personas, a veces, en lugar de ser comprensivas y solidarias, actúan de una manera poco agraciada. Estas historias reflejan la realidad de que, al traer un hijo al mundo, no todo es perfecto y encantador.

Uno de mis actores preferidos venía a una tienda cercana a mi casa a firmar autógrafos. Fui con mi bebé de 4 meses e hice la fila. Apenas llegué, una mujer me miró mal y dijo en voz alta: “Hace demasiado calor para venir con un bebé. Debería darle vergüenza”. Casi me voy, pero en su lugar le dije que se ocupara de sus asuntos. Mi bebé estaba con ropa clara y liviana y estábamos a la sombra. Las personas que llegaron después y estaban atrás nuestro en la fila no pararon de decir lo feliz y contenta se veía mi hija. Y mi actor favorito dijo que era perfecta.

Agrandar la familia y tener un bebé no es una tarea sencilla. Más allá de la felicidad de un hijo y todo lo hermoso que conlleva la maternidad, los primeros meses posparto suelen ser complicados y difíciles. En especial cuando las personas, a veces, en lugar de ser comprensivas y solidarias, actúan de una manera poco agraciada. Estas historias reflejan la realidad de que, al traer un hijo al mundo, no todo es perfecto y encantador.

¿Qué te sucedió en el primer tiempo de convertirte en madre que despertó toda tu furia?

Le pregunté al oficial de seguridad en la entrada si podía pasar, ya que estaba con mi bebé de solo 4 meses. Me dijo que no, que la prioridad era solo para ancianos y embarazadas. Como si pudiera dejarlo, cuando en ese momento tomaba pecho a cada rato, o si pudiese hacer 3 horas de fila con 40º de calor al sol. No pude votar.
Una vez, en la verdulería, un anciano me dijo que “llevaba la carriola demasiado rápido”. Otro cuestionó el parasol de la carriola, diciendo que podía tener riesgo de sofocación. 

Había pasado solo una semana desde que había nacido mi bebé. Mi suegra y su hermana vinieron a nuestra casa a conocer al bebé, y en cuanto abrí la puerta su primer comentario fue: “¡Ay, todavía tienes panza! Yo me acuerdo de que apenas parí ya estaba flaca”. En el momento simplemente sonreí, pero mis hormonas estuvieron a punto de decirle una barbaridad de cosas.

Soy madre soltera y también tuve que volver a trabajar a las dos semanas de parir. Es horrible. No dejes que nadie, en especial los hombres, te digan que tus sentimientos no son válidos.

Llevo un mes de posparto y aparentemente ese es tiempo suficiente para volver a entrenar. La familia de mi esposo me pregunta todo el tiempo cuánto peso perdí y cuál es mi meta. No estoy preocupada por eso. Tuve una cirugía para poder tener a mi hija, no voy a apurar a mi cuerpo. Me siento bien con mi peso, no sé si podré volver a mi peso anterior al embarazo. Mi cuerpo no se ve como antes, pero bueno, tampoco antes había tenido un humano dentro.