SI FUMAS, TU BEBÉ TAMBIEN LO HACE.


Fumar en el embarazo, un grave riesgo para la salud del bebé, la única forma de protegerle es dejar de fumar y evitar la exposición al humo ambiental de tabaco.

Al fumar inhalas sustancias tóxicas como la nicotina y el monóxido de carbono (el mismo que sale por el tubo de escape de los coches). Estas sustancias llegan a la placenta, afectando al flujo de nutrientes y oxígeno que necesita el bebé para crecer y desarrollarse.

Pero a pesar de conocer los graves problemas que conlleva, según los datos expuestos en la conferencia «Ginecología y Obstetricia en Tabaquismo», el 25 por ciento de las mujeres en edad fértil fuma, y de ellas más de la mitad continúa haciéndolo durante el embarazo.

Cómo afecta el tabaquismo en el embarazo

Aumenta el riesgo de bajo peso en el momento del nacimiento y mayor riesgo de nacer de forma prematura.

Afecta a las arterias del bebé, lo que le predispone a tener más problemas congénitos de corazón y le hace más propenso a padecer enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular.

Aumenta el riesgo de muerte fetal y malformaciones congénitas: la exposición al humo durante el embarazo está relacionada con un 23 por ciento más de riesgo de muerte fetal y un 13 por ciento más de riesgo de malformaciones congénitas.

Mayor probabilidad de síndrome de muerte súbita del lactante.

Mayor frecuencia de infecciones respiratorias pulmonares durante los dos primeros años de vida y mayor riesgo de padecer asma

Más riesgo de tener problemas futuros de conducta tales como hiperactividad y problemas de atención y concentración

El tabaco durante el embarazo afecta también a la fertilidad del bebé: hay estudios que han evaluado el impacto del tabaco en la fertilidad de los hijos y señalan que en el caso de los niños, se produce una reducción de concentración de esperma de entre el 20 y el 40%; y en el de las niñas, afecta su función ovárica.

Otros problemas asociados: mayor riesgo de padecer cáncer infantil, mayor probabilidad de estrabismo y labio leporino

Para la madre fumadora, el tabaco también tiene importantes riesgos para su salud y aparte de los más conocidos (tales como enfermedad cardiovascular, cáncer y otros problemas) .

Recuerda, además, que aunque no seas fumadora es importante que durante el embarazo nadie fume a tu alrededor, pues el hecho de convertirte en fumadora pasiva también afecta a tu salud y a la de tu hijo

Puede que no sea fácil dejar de fumar, pero tu bebé se merece que hagas el esfuerzo.

Recuerda que dejar de fumar está en tu mano: tu salud y la de tu bebé te lo agradecerán.