NUNCA PELEES NI DISCUTAS CON UNA EMBARAZADA, EL BEBÉ TAMBIÉN SUFRE


Las discusiones siempre surgen en cualquier relación sentimental, amistosa o familiar pero lo que debes de saber es que nunca debes de discutir con una mujer embarazada, el bebé también sufre.

Se considera el embarazo como la etapa más feliz que experimenta una mujer además una mujer embarazada debe ser consentida y no debe discutir debido a su estado.

Por su embarazo se encuentra más sensible que de costumbre y puede verse afectada por problemas y discusiones, una de las razones que afectan el desarrollo físico de los bebés son los cambios hormonales de la mamá su estrés y malestar también afecta al bebé.

La madre embarazada debe sentirse tranquila, en paz y sin preocupaciones evitar discusiones pensando en el bienestar de su bebé.

Si tiene mucho estrés y preocupaciones puede llegar afectar el desarrollo cerebral del bebé, si la mujer embarazada se encuentra con personas que la provocan para discutir simplemente debe ignorar a esas personas para tener paz.

Ya que esto también puede afectar después del nacimiento en el comportamiento de su futuro bebé también son debidos a los problemas y estrés que la madre sufrió mientras el bebe se gestaba en su vientre.

Los problemas de comportamiento en su etapa de crecimiento muchas veces es debido al estado mental y emocional que la madre tuvo en los meses de embarazo.

Antes de discutir con una mujer embarazada, no pienses solo en ella o en la situación, piensa en el desarrollo del bebé que tiene en su vientre y que ese pequeño ser no tiene la culpa de que quieras perder los nervios.

El embarazo es una etapa bastante delicada, por ello, se debe verificar el estado tanto físico como mental de la madre, no sólo la del bebé, ya que, si ésta se encuentra deprimida, bajo estrés, en medio de una discusión, dichos sentimientos pueden causarle daños (muchas veces irreparables) al bebé.

Un parto prematuro siendo el más inducido por el estrés, también podría serlo por otras emociones fuertes, que provocan problemas con la presión arterial y la conocida hipertensión gestacional, causando el nacimiento más rápido y antes de lo que se tenía previsto, viéndose en peligro la vida del bebé o su desarrollo mental y/o físico.

Otra consecuencia al estar bajo estrés y demás emociones severas, puede causar que el bebé tenga un desarrollo más lento. El cambio drástico hormonal ocasiona que su tamaño y peso sea más reducido de lo normal, sin mencionar los problemas físicos y mentales que puede sufrir, bien sean: autismo, déficit de atención, trastornos psicológicos, etc.

La madre al estar bajo estrés, en una discusión, enojada, triste o en depresión, su cuerpo tiende a liberar químicos. Estos son: Adrenalina, causada por la ira, catecolaminas son liberadas al sentir miedo, el estrés expulsa cortisol y la euforia libera endorfinas.

Todos estos pueden ser absorbidos por el bebé e impactar en su desarrollo cerebral de forma negativa.

El rol del padre hace un gran papel durante la gestación del bebé, él ayuda a garantizar un excelente estado emocional tanto en la madre como en el bebé. Todo esto se obtiene por medio del amor, la paciencia, tolerancia y comprensión. Las emociones afectan al sabor del líquido amniótico, por ende, esas madres que sienten constante miedo, angustia, depresión o altos niveles de estrés, son manifestados en niños a largo.